Desde siempre nos han dicho que los beneficios de la fibra incluyen un sistema digestivo sano, pero el consumo de alimentos ricos en ella aporta mucho más. Quédate leyendo y te contamos sobre los últimos descubrimientos y sobre los alimentos que deberías incluir para conseguir suficiente fibra.
El intestino: nuestro centro de salud
Si haces conciencia de que tu intestino es el epicentro de tu bienestar: mente, cuerpo y espíritu, será más fácil hacerte cargo, en tu dieta diaria, de una buena alimentación. El intestino está a cargo de funciones que van desde la producción de energía y el equilibrio hormonal hasta la piel y la salud mental. ¿Lo sabías?
Por ejemplo, una buena forma de que el cerebro obtenga energía es consumiendo alimentos con bajo índice glucémico. El motivo es que liberan el azúcar a la sangre de manera más lenta, permitiendo que la mente esté más activa durante el día. Los granos enteros poseen estas características y, además, contienen otros nutrientes que mejoran la salud cerebral. Entre los más importantes tenemos la quinoa, pasta integral, pan de grano entero y arroz integral. Y ¿qué tienen en común estos alimentos? La respuesta es: fibra.
Desde siempre nos han dicho que los beneficios de la fibra incluyen un sistema digestivo sano, pero el consumo de alimentos ricos en ella aporta mucho más. Quédate leyendo y te contamos sobre los últimos descubrimientos y sobre los alimentos que deberías incluir para conseguir suficiente fibra.
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la salud intestinal
Para tener un sistema inmune fuerte, se tiene que tener un intestino sano.
El intestino: nuestro centro de salud
Si haces conciencia de que tu intestino es el epicentro de tu bienestar: mente, cuerpo y espíritu, será más fácil hacerte cargo, en tu dieta diaria, de una buena alimentación. El intestino está a cargo de funciones que van desde la producción de energía y el equilibrio hormonal hasta la piel y la salud mental. ¿Lo sabías?
Por ejemplo, una buena forma de que el cerebro obtenga energía es consumiendo alimentos con bajo índice glucémico. El motivo es que liberan el azúcar a la sangre de manera más lenta, permitiendo que la mente esté más activa durante el día. Los granos enteros poseen estas características y, además, contienen otros nutrientes que mejoran la salud cerebral. Entre los más importantes tenemos la quinoa, pasta integral, pan de grano entero y arroz integral. Y ¿qué tienen en común estos alimentos? La respuesta es: fibra.
La OMS recomienda consumir pastas, arroces y panes integrales para elevar tu ingesta de fibra.
Concentrémonos en la fibra
Como podrás ver, la fibra no solo te ayuda a combatir el molesto estreñimiento, va mucho más allá. Los expertos en salud han hecho hincapié, con más fuerza los últimos años, que la salud general está relacionada con la salud intestinal y que por ello, el tema de la fibra estará en boca de todos (en todos los sentidos, afortunadamente).
Estudios científicos apuntan a que la cantidad de fibra que se consume de forma regular quizás tenga un papel mucho más importante en el bienestar emocional de lo que se pueda creer. Esta sustancia es clave para un microbioma saludable (este es considerado como un «órgano» imprescindible para la vida y con clara influencia en la salud y la enfermedad).
La conclusión a la que llegaron los investigadores es que comer más vegetales y alimentos con fibra (frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales) es esencial para mejorar los síntomas de depresión, por ejemplo.
Ahora que ya estamos en el mismo canal, ¿cómo hacer para que nuestra dieta la contenga?
5 pasos para elevar tu consumo de fibra
La dosis diaria de fibra recomendada por la Organización Mundial de la Salud es de 25 gramos de fibra dietética. ¿Cómo podemos asegurarnos de cubrir esto? Apunta o memoriza lo siguiente para lograrlo.
Que la verdura no falte en todas tus comidas. Los vegetales aportan una gran cantidad de fibra, sobre todo crudos. Por eso, te aconsejamos que incluyas ensaladas y verduras en todos tus platos. No olvides consumir entonces: lechuga, acelga, zanahorias crudas y espinaca. O en verduras tiernas cocidas, como espárragos, champiñones y calabaza. Si amas las papas, consúmelas al horno con cáscara. También recomendamos brócoli, alcachofas y ejotes.
Que una fruta acompañe tus días. Las que contienen más fibra son: manzanas, plátanos, duraznos, mandarinas, ciruelas, peras e higos, entre otras.
No olvides los frutos secos y semillas. Su «carisma» reside en su aporte de este componente y versatilidad, lo mismo van bien en una ensalada, que como ingrediente de un batido o como snack. Ten siempre en la alacena pistaches, uvas pasas, almendras, nueces, nueces de macadamia y dátiles; y semillas como chía, calabaza o sésamo. ¡Elevarás tu consumo de fibra!
Añade legumbres dos veces a la semana. Las leguminosas son ricas en este elemento, por lo tanto sería adecuado que consumas al menos un par de veces por semana alguna de ellas, como lentejas, habas o chícharos.
Mete un punch de fibra con cereales integrales. Te aconsejamos optar siempre por las variedades integrales, ya que estas conservan la fibra que se pierde en los procesos de refinamiento. Prueba con avena, pan integral, pastas y arroz integrales.
Recuerda que para absorber la cantidad de fibra que requiere el organismo no son necesarios los suplementos. Basta con asegurarte del consumo de los alimentos que aportan fibra, en porciones justas, varias veces al día.
Fuente Justo México